Somos naturalmente inventivos. Nuestro cerebro ha evolucionado durante millones de años para adaptarse a cada situación combinando un conjunto interminable de respuestas novedosas para enfrentar el cambiante mundo que nos rodea. Sin embargo, los paradigmas que creamos en el transcurso de la vida, coartan o estimulan este potencial.
Son nuestros modelos mentales o paradigmas los que determinan (y en ocasiones limitan) nuestras formas de ser y comportarnos. Estos paradigmas evolucionan según las experiencias vividas desde la infancia hasta el presente de cada individuo, y serán los lentes por los que se experimente la vida y se asumirá la realidad.
“No somos libres de elegir lo que nos pasa, pero somos libres para responder a lo que nos pasa” Fernando Savater
Cada ser humano es quién elige cómo responder a las experiencias que enfrenta día a día y las asume según sus modelos mentales. En esas respuestas se destaca la creatividad o los bloqueos mentales que tienen las personas para obtener un entendimiento de la situación y accionar una realidad según sus criterios.
Lastimosamente, vivimos en un piloto automático que nos lleva por la vida en modo robot y con grandes agravios psicológicos. Y no entendemos porqué es tan difícil salir de dinámicas viciosas que nos impiden ser lo que deseamos ser. Al final, el mayor anhelo que tiene cualquier ser humano es tener más libertad para hacer realidad sus deseos, pero son muchas las fuerzas que limitan nuestra capacidad de libertad (como una pandemia por ejemplo). Sin embargo, la fuerza más contundente y que más nos limita o potencia, es la propia conciencia, es decir, los paradigmas que nos creamos para entender las dinámicas y los significados de la realidad.
Sucede que, cuando estamos bloqueados y nos sentimos incapaces de encontrar la solución a un problema, es porque tenemos un paradigma que nos limita y nos impide ver la situación desde diferentes ópticas. Por ejemplo, es muy común que la gente sienta que la falta de dinero o de tiempo sean las principales limitaciones (paradigmas) para hacer realidad los deseos, pero realmente son más excusas que verdaderos paradigmas. Para identificar y poder romper esos paradigmas que bloquean, hay que entender lo que subyace a esas quejas o excusas, y este entendimiento se obtiene en la medida que ponemos mayor atención sobre cuáles son los pensamientos, hechos y emociones que tenemos en cada momento.
Somos lo que pensamos
Los relatos son la materia prima de la realidad y de nuestros modelos del mundo, es por eso que en cada pensamiento o conversación que tenemos estamos construyendo la realidad. En este orden de ideas, para saber cuáles son los paradigmas que me limitan, es indispensable tomar conciencia de cuáles son los relatos que construyo día a día. En el taller de Rompe paradigmas y potencia tu creatividad del OpenLab hacemos un ejercicio práctico para tomar consciencia de estos bloqueos y entender cuál es el relato que cada quién se está haciendo de su vida (qué es lo que se piensa, siente, hace y dice), e identificar las situaciones que estancan y que liberan. En este entendimiento estará la respuesta de cuáles son los paradigmas que bloquean, ya sean personales, de una marca, emprendimiento o empresa.
Identificar paradigmas
El siguiente ejercicio te permitirá comenzar a reconocer esos paradigmas. Tomate unos minutos y escribe un listado de tus quejas, descontentos, lamentos o protestas que expresas a diario; por ejemplo, “es que no tengo tiempo”, “es que la plata no me alcanza”, “es que no soy artista ni creativo” “es que eso no me corresponde…”. Si no encuentras ninguna, pregúntale a las personas cercanas cuáles son las quejas que te escuchan decir.
Una vez identificada una queja considerable, el siguiente paso es entonces transformarla en un reto, por ejemplo, si mi mayor queja es “el dinero no me alcanza”, lo formulo como reto: “¿Cómo hago para tener más dinero?”.
Lo más importante una vez establecido el reto es entender, por medio de preguntas por qué o para qué quieres superar ese reto, esto te va a permitir entender lo que subyace a la queja y conectarse con un propósito que facilite el cambio del relato. Sigamos con el ejemplo. El reto: ¿Cómo hago para tener más dinero?”. ahora cuestiona las veces que sean necesarias para encontrar la respuesta:
Pregunta1: ¿Por qué quiero tener más dinero?
Respuesta 1: Para invitar a mi familia a lugares bonitos
Pregunta 2: ¿Por qué o para qué quieres invitar a la familia a lugares bonitos?
Respuesta 2: Porque quiero estar más tiempo con ellos
Si puedes observar en este ejemplo, con dos preguntas sencillas, el verdadero reto no está en tener más dinero, sino es pasar más tiempo en familia, en consecuencia, tu reto es otro, aunque tu paradigma sea el dinero. Esto hace que cambie el relato, se generen otras ideas, conversaciones y hábitos.
El poder de la creatividad
Crear proviene del latín creare y significa “producir, engendrar a partir de la nada”. La creatividad es un estado de conciencia que permite idear, plantear y resolver situaciones que deseamos cambiar, es decir, tiene un propósito e implica dos procesos: pensar y producir. Si solo pensamos y no producimos, si tenemos una idea pero no actuamos sobre ella, quiere decir que eres imaginativo, pero no creativo.
La creatividad es pues una habilidad y como toda habilidad, se puede aumentar con la práctica. Esta imagen ejemplifica muy bien la forma cómo se activa la creatividad, haciendo que el deseo y las carencias coexistan para crear algo nuevo. Existen muchas técnicas y herramientas que aumentan la capacidad creativa. Son tácticas que puedes usar para incrementar tu ser creativo y ampliar el espectro de libertad que tanto añoramos.
Sin embargo, si no tenemos una actitud adecuada, será muy difícil ser creativo, es indispensable ser curioso y empático, además de tener una buena dosis de inconformismo, pensamiento crítico, iniciativa y humildad, y muy importante, perseverancia y una buena autoestima para enfrentar los momentos de frustración.
En el Openlab usamos la creatividad como la capacidad de experimentar diferentes rutas para resolver cualquier reto en la vida personal, colectiva, de una marca o una empresa.
Sabemos que para innovar es fundamental poder expandir la mentalidad, y que esto se da en la medida que ampliamos el repertorio de respuestas novedosas para enfrentar cualquier situación. Sabemos que una mente abierta tendrá mayor capacidad de respuesta y una sensación de tomar el control de la realidad.
Y estamos convencidos que una buena dosis de ejercicios creativos ayuda a salir de zonas de confort, expandir los límites de la imaginación y tener nuevas conexiones neuronales para ampliar la capacidad de respuesta y enfrentar el cambiante mundo que nos rodea.